Las implicaciones de contemplar a Jesús

Por: Eliud Morales

Bienvenidos a una exploración profunda de lo que significa contemplar a Jesús en nuestra vida diaria. En este artículo, parte de la serie "Contemplando a Jesús" de Iglesia Theopolis, descubriremos cómo esta práctica puede transformar nuestra perspectiva y nuestro ser.

El poder de la atención enfocada

"El hombre se convierte en lo que contempla." Esta frase del filósofo Marshall McLuhan nos invita a reflexionar sobre el impacto que tiene aquello en lo que centramos nuestra atención. Curiosamente, este concepto moderno hace eco de una verdad bíblica expresada por el apóstol Pablo hace casi dos milenios:
"Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen." - 2 Corintios 3:18 (NTV)
Este versículo nos revela una verdad fundamental: al contemplar a Jesús, nos transformamos gradualmente a su semejanza.

¿Qué significa realmente contemplar a Jesús?

Contemplar a Jesús no es simplemente pensar en Él de vez en cuando. Es una práctica intencional que implica:

  1. Dirigir conscientemente nuestra atención hacia Jesús y sus enseñanzas.
  2. Permitir que esta atención enfocada nos transforme a la imagen de Cristo.

Es un acto de reflexión profunda sobre la vida, las enseñanzas y la obra redentora de Jesucristo, que va más allá de un conocimiento superficial para buscar una comprensión y conexión más profunda.

Cuatro aspectos fundamentales de la contemplación

1. Acceso directo a la presencia de Cristo
Cuando nos volvemos hacia Jesús con intención, se elimina la barrera que nos separa de Él. Es como si se corriera un velo, permitiéndonos experimentar su presencia de manera más directa y personal.

Reflexión clave: "La contemplación no es una técnica para acercarnos a Jesús; es el reconocimiento de que Él ya está cerca, esperando nuestra atención."

2. Libertad espiritual
La contemplación nos libera de las ataduras del legalismo y nos introduce en una relación basada en el amor y la gracia. Nos permite experimentar la libertad que viene de conocer y ser conocidos por Dios.

Pensamiento para meditar: "En medio del ruido de la vida, la contemplación es el susurro de Dios recordándonos nuestra libertad y pertenencia a Él."

3. Reflejar a Cristo
Al contemplar a Jesús, comenzamos a reflejar su carácter en nuestras propias vidas. Este proceso no es exclusivo de unos pocos "elegidos", sino que está disponible para todos los que deciden enfocar su atención en Cristo.

Punto de autoevaluación: "Si nuestras acciones y actitudes no reflejan el fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y autocontrol), es posible que necesitemos reajustar nuestro enfoque en Jesús."

4. Transformación a la imagen de Cristo
La contemplación no es un fin en sí mismo, sino el medio por el cual el Espíritu Santo nos transforma. Es un proceso gradual en el que, al mantener nuestra atención en Jesús, somos moldeados a su semejanza.

Concepto clave: "La contemplación es el puente entre conocer a Jesús intelectualmente y encarnar su carácter en el mundo."

La esencia de la contemplación

"La contemplación es el espacio donde accedemos a la gloria de Cristo, el ambiente donde el Espíritu nos libera, y el proceso por el cual somos formados a Su imagen para reflejarla al mundo."

Pasos prácticos para cultivar la contemplación
  1. Reorientación: Si aún no has tomado la decisión de seguir a Jesús, considera dar este paso fundamental.
  2. Evaluación y ajuste: Identifica aquellos elementos en tu vida que compiten por tu atención y busca formas de dar prioridad a la contemplación de Jesús.
  3. Acción reflexiva: Acepta el llamado a ser un reflejo de Cristo en tu entorno inmediato, comenzando con tus relaciones más cercanas.

Preguntas para una reflexión más profunda

  • ¿Qué ocupa la mayor parte de tus pensamientos y atención durante el día?
  • ¿De qué maneras prácticas puedes incorporar momentos de contemplación en tu rutina diaria?
  • ¿Cómo ha influido (o cómo podría influir) la práctica de la contemplación en tu carácter y tus relaciones?
  • ¿Qué obstáculos encuentras para mantener tu atención en Jesús y cómo podrías superarlos?

Conclusión: Una invitación a la transformación

Contemplar a Jesús no es una práctica reservada para momentos especiales o para personas con un conocimiento teológico avanzado. Es una invitación abierta a todos nosotros para reorientar nuestra atención hacia Aquel que puede transformar nuestras vidas desde adentro hacia afuera.

A medida que integramos esta práctica en nuestra vida diaria, comenzamos a ver el mundo a través de los ojos de Jesús. Nuestras prioridades se alinean con las suyas, nuestras relaciones se enriquecen con su amor, y nuestras acciones comienzan a reflejar su carácter.

Te invito a que des el primer paso hoy. Comienza dedicando momentos específicos a la contemplación de Jesús. Puede ser a través de la lectura reflexiva de las Escrituras, la oración meditativa, o simplemente pausando en medio de tu día para reconocer Su presencia. Con el tiempo, descubrirás que esta práctica no solo enriquece tu vida espiritual, sino que también transforma tu manera de vivir y relacionarte con los demás.

Para profundizar más en este tema y acceder a recursos adicionales, te invitamos a seguir la serie completa "Contemplando a Jesús" en iglesiatheopolis.com. Que este sea el comienzo de un viaje transformador en tu caminar con Cristo.