La Mesa: Un lugar de hospitalidad, gracia, comunidad y misión

Mensaje por: Eliud Morales

En un mundo cada vez más dividido y digitalizado, el concepto de compartir una comida juntos podría parecer anticuado. Sin embargo, cuando observamos el ministerio de Jesús en los evangelios, encontramos que utilizó la mesa como una herramienta poderosa para manifestar el Reino de Dios. En Marcos 2:13-17, vemos cómo Jesús transforma una simple cena en casa de Leví en un momento de profunda transformación espiritual y social.

La Mesa no es simplemente un mueble o una tradición; es un espacio sagrado donde confluyen cuatro elementos fundamentales que pueden revolucionar nuestra forma de vivir el evangelio:

Hospitalidad Radicalmente Ordinaria

La hospitalidad de Jesús era radical en su inclusión pero ordinaria en su práctica. No esperaba invitaciones formales ni ceremonias especiales. En cambio, convertía momentos cotidianos en encuentros transformadores. Esta hospitalidad desafiaba las normas sociales mientras permanecía accesible para todos.

Gracia Irresistible

Cuando Jesús compartía la mesa con "pecadores", manifestaba una gracia que atraía a los marginados y escandalizaba a los religiosos. Esta tensión entre lo irresistible y lo escandaloso sigue siendo relevante hoy. La verdadera gracia incomoda a quienes basan su identidad en el cumplimiento de reglas, pero transforma vidas a través de la aceptación incondicional.

Comunidad Verdaderamente Inclusiva

La mesa de Jesús reunía a personas que normalmente se evitarían: recaudadores de impuestos, zelotes, fariseos. Esta diversidad no buscaba minimizar diferencias sino reconciliarlas en Cristo. A diferencia de la inclusividad secular que solo tolera, la comunidad de Jesús transforma mientras acepta.

Misión Encarnacional

La mesa encarna el ejemplo de Cristo de dejar privilegios para servir desde adentro. No ayudamos desde arriba o lejos, sino que nos involucramos personalmente en la vida de otros. Esta postura sostiene y empodera las otras tres dimensiones de La Mesa.

El Desafío

En esta temporada de festividades, tenemos una oportunidad única de convertir nuestras mesas en espacios donde el Reino de Dios se manifiesta. No necesitamos programas elaborados ni eventos especiales - solo mesas abiertas y corazones dispuestos.
Imagina el impacto si nuestros hogares fueran conocidos como lugares donde los extraños encuentran familia, la gracia vence al juicio, las diferencias se reconcilian, y el evangelio se encarna en lo cotidiano. Esta es la invitación de La Mesa: transformar cada comida compartida en un momento santo donde el poder transformador de Cristo se hace presente.

¿Aceptarás el desafío de abrir tu mesa?
Este mensaje fue compartido originalmente por pastor Eliud Morales en Iglesia Theopolis.