La Mesa del Rey: Encontrando Descanso en la Presencia de Jesús

En medio del ajetreo constante de nuestra vida moderna, donde las notificaciones no paran de sonar y las listas de pendientes parecen multiplicarse, surge una invitación radical del Rey del universo: "Ven y siéntate conmigo."

Esta invitación no es nueva. De hecho, la encontramos vívidamente ilustrada en el encuentro entre Jesús y las hermanas Marta y María. Mientras Marta se afanaba con los preparativos para atender a Jesús y sus discípulos, María eligió sentarse a los pies del Maestro, absorbiendo cada palabra que salía de sus labios. La respuesta de Jesús a la queja de Marta nos revela una verdad transformadora: en la presencia del Rey, hay algo más importante que servirle.

Pero el Evangelio nos muestra un camino diferente. Jesús no está tan interesado en cuánto podemos hacer para Él como en cuánto tiempo pasamos con Él. Esta verdad revolucionaria cambia completamente nuestra comprensión de la vida espiritual. No se trata de hacer más actividades religiosas, sino de cultivar una presencia consciente con Jesús que transforme naturalmente todo lo que hacemos.

La transformación de nuestras vidas, familias y ciudad no vendrá principalmente de multiplicar programas y actividades, sino de multiplicar nuestra presencia consciente de Jesús. Cuando elegimos, como María, darle prioridad a estar con Jesús, nos convertimos en portadores naturales de su presencia dondequiera que vamos. Y es esa presencia, no nuestros programas, la que verdaderamente transformará nuestra comunidad.

¿Cómo podemos hacer este cambio práctico? Comienza con decisiones pequeñas pero intencionales: establecer momentos diarios de quietud, participar en estudios bíblicos, llegar temprano a la oración. Cada "sí" a la presencia de Jesús es un paso hacia una vida transformada.

Para aquellos que luchan con la ansiedad por el desempeño, escuchen estas palabras como si Jesús las dijera directamente a su corazón: "Estás tan preocupado, tan inquieto con todos los detalles... hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará."

La invitación está sobre la mesa. El Rey del universo espera para tener una conversación íntima contigo. No necesitas impresionarlo con tu servicio o ganar su amor con tu desempeño. Él simplemente quiere tu presencia, tu atención, tu corazón.

Hoy tienes la oportunidad de hacer un cambio fundamental: pasar de entender que la intimidad con Jesús es importante a vivir como si tu vida dependiera de ella. Porque, en realidad, así es.

La pregunta es: ¿Elegirás, como María, la mejor parte?